jueves, 17 de septiembre de 2015

Realismo mágico: lo real maravilloso de latinoamérica.


Realismo Mágico
El Realismo Mágico es la respuesta iberoamericana a la literatura fantástica de mediados del siglo XX. El realismo mágico, es una característica propia de la literatura latinoamericana de la segunda mitad de siglo XX que funde la realidad narrativa con elementos fantásticos y fabulosos, no tanto para reconciliarlos como para exagerar su aparente discordancia. El reto que esto supone para la noción común de la “realidad” lleva implícito un cuestionamiento de la “verdad” que a su vez puede socavar de manera deliberada el texto y las palabras, y en ocasiones, la autoridad de la propia novela.

Si bien esta tendencia a fundir lo real con lo fantástico ya existía en las obras de novelistas de todos los tiempos, principalmente en escritores como François Rabelais y Laurence Sterne; otros precedentes más inmediatos pueden ser las novelas del ruso Vladimir
Nabokov o del alemán Günter Grass.

El realismo mágico floreció con esplendor en la literatura latinoamericana de los años sesenta y setenta, a raíz de las discrepancias surgidas entre cultura de la tecnología y cultura de la superstición, y en un momento en que el auge de las dictaduras políticas convirtió la palabra en una herramienta infinitamente preciada y manipulable. Al margen del propio Carpentier, que cultivó el realismo mágico en novelas como Los pasos perdidos, los principales autores del género son Miguel Ángel Asturias, Carlos Fuentes, Julio Cortázar, Mario Vargas Llosa y, sobre todo, Gabriel García Márquez. Las novelas de este último, Cien años de soledad (1967), El otoño del patriarca (1975) y Crónica de una muerte anunciada (1981) siguen siendo obras notables del género.

El Realismo Mágico no es una expresión literaria mágica, ya que su finalidad no es la suscitar emociones sino más bien expresarlas, y es por sobre todas las cosas, una actitud frente a la realidad. La estrategia del escritor pasa por sugerir un clima sobrenatural sin apartarse de la naturaleza, deformando para ello la percepción de las cosas, los personajes y los acontecimientos reconocibles de la trama de su trabajo.


Gabriel García Márquez
(1928 - 2014)

Nació en Aracataca (Colombia) en 1928. Fue el máximo representante del Realismo Mágico, siendo Escritor, Guionista, Narrador. Estudió en la Facultad de Derecho de la Universidad de Cartagena en 1947. Su amistad con el médico y escritor Manuel Zapata Olivella le permitió acceder al periodismo.
Desde 1953 colabora en el periódico de Barranquilla El nacional: sus columnas revelan una constante preocupación expresiva y una acendrada vocación de estilo. Su carrera de escritor comienza con una novela breve, La hojarasca. Funda la escuela de cine de Santiago de los Baños en Cuba, escribe diversos guiones para cine y televisión.
Algunas de sus obras: La hojarasca, El coronel no tiene quien le escriba, Cuando era feliz e indocumentado, Cien Años de Soledad, Ojos de perro azul.


Cuento: "La luz es como el agua" G.G. Márquez.  http://www.ciudadseva.com/textos/cuentos/esp/ggm/la_luz_es_como_el_agua.htm









El derrumbe- el derrumbarse: La caída de la casa Usher, E. A. Poe.



El género de terror: E.A POE, “La caída de la casa Usher”

El narrador describe la casa como algo terrible, que los dueños la habían descuidado por completo, los árboles estaban marchitos, las paredes eran grises, del estanque salía un olor a pescado de color plomizo, los tapices de las paredes estaban oscuros, el moblaje general era profuso, incómodo, antiguo y destartalado. El narrador explica que sentía una atmosfera de dolor. Un aire de dura, profunda e irremediable tristeza.           
Todos estos factores influían mucho con la vida de Roderick Usher, ya que cuando el narrador lo vio por primera vez después de muchos años notó que la palidez espectral de su piel, el brillo milagroso de sus ojos, su cabello había crecido al descuido, aún haciendo un esfuerzo, relacionar su enmarañada apariencia con idea alguna de simple humanidad.
Debido a la enfermedad mental y física que sufría Roderick Usher hablaba incoherencias, creía que las plantas y los seres inertes podían sentir cosas. Su voz era abrupta, pesada, lenta, hueca; una pronunciación gutural, que puede observarse en el “borracho perdido o en el opiómano incorregible”. Roderick apenas soportaba los alimentos más insípidos y no podía vestir si no era ropa de ciertas costuras, los perfumes de todas las flores le eran opresivos.
Luego Roderick Usher empezó a decaer, de lo mal que estaba, se puso peor, ya que sabía que su hermana iba a morir pronto, y le dejaba a él como el último de los Usher. Roderick decidió preservar su cuerpo durante quince días antes de la inhumación definitiva. Después de algunos días, Roderick tenía un cambio visible en las características de su desorden mental. Su voz ya no se oía, estaba más pálido que de costumbre.
El narrador se fue dando cuenta que Roderick tenía un secreto, que tenía una pena guardada muy fuerte, porque dice que se quedaba viendo al vacío por horas, como si escuchara un sonido imaginario y comenzó a sentir mucho miedo de él. El narrador no podía dormir, trató de convencerse que la influencia del lúgubre moblaje de la habitación, de los tapices oscuros y los sonidos que había no le dejaban dormir, pero él sabía que no era eso, que era algo más lo que le atormentaba, y se trataba de los sonidos que hacía Madeline, desde su cripta.
Al final del cuento, Roderick Usher muere, junto con su hermana Madeline, que “muerta en vida” va a verlo cuando estaba con su amigo. La vieron, llena de sangre, cayó encima de su hermano y los dos murieron. A causa de cómo estaba el ambiente desde que enterraron viva a Madeline, Roderick comenzó a empeorar, su enfermedad estaba peor que cuando el narrador llega a su casa. El personaje va evolucionando según el contexto, según cómo va avanzando la obra, el ambiente cada vez se pone más feo y Roderick avanza con su enfermedad y el narrador cada vez está más asustado de esa casa.
En la época que nació Edgar Allan Poe, Boston estaba en desarrollo industrial y tenía mucha influencia europea, eran capitalistas y eso se ve en la casa de los Usher, era grande, con muchos muebles, decoraciones, y cuando estaba bien cuidada a de ver sido una casa linda y cara.
Poe ilustra lo extraño próximo a lo fantástico, tabúes antiguos: la posibilidad del entierro en vida, cuando habla de Madeline de que la enterró viva. Roderick Usher enterró a su hermana estando viva, ella tenía catalepsia, y él sabía que aún estaba viva, y preservó su cuerpo durante quince días en una de las criptas.
El movimiento romántico influyó en todas las artes. Él escribía romanticismo oscuro. Ésta obra es un cuento de terror y fue una de las más importantes de su producción narrativa.
Muchos conflictos sucedían en ese tiempo en Estados Unidos, se acercaba la guerra civil, y vivían en un ambiente feo. Edgar Allan Poe describe el ambiente y la casa terriblemente feo. Pero de todo lo que pasaba en Estados Unidos en esa época, Edgar Allan Poe no daba mucha importancia y que él, (para mi punto de vista) es un escritor que busca la respuesta dentro del alma de los personajes, sus cuentos son un poco ficticios y confunden mucho con la realidad. Hace narraciones que están fuera de lo ordinario, en muchas de sus obras pasan cosas que, en esa época en Estados Unidos, no hubieran pasado.
 La casa de los Usher al final del cuento se desmorona, quedando todo en escombros, igual que la vida de Edgar Allan Poe, cuando muere su esposa, él lo pierde todo, su adicción al alcohol se incrementó, era muy pobre y su vida ya no tenía ninguna esperanza. Igual que Roderick Usher, le escribe esa carta desesperadamente a su amigo para que vaya a verle porque necesitaba compañía porque su enfermedad lo estaba afectando mucho, Roderick estaba condenado a la destrucción ya que era el último de los Usher y su hermana Madeline estaba a punto de morir, al igual que Poe, él también estaba condenado a lo mismo debido a sus problemas de alcoholismo.
Poe usa el simbolismo, de que se destruye la casa peor la casa de destruye por todo lo que estaba pasando, la enfermedad de los dos hermanos, y el estado en que estaba la casa. Porque cuando leemos el título pensamos que la casa se cae, pero él utiliza eso porque la casa se destruye con las cosas que van pasando. Esto es igual a la vida de Edgar Allan Poe, se destruye poco a poco.

Annabel Lee

Muchos, muchos años atrás,
en un reino junto al mar turquí
vivía una doncella a quien quizá conozcan,
llamada Annabel Lee,
que tenía en la vida un único afán:
amarme y ser amada por mí.

Aunque no éramos más que niños,
en el reino junto al mar turquí,
nos amábamos con un amor tan pleno,
yo y mi Annabel Lee,
que los alados serafines del cielo
lo codiciaban para sí.

Fue por esta razón que, tiempo atrás,
en el reino junto al mar turquí
de una nube sopló un viento que heló
a mi hermosa Annabel Lee.
Entonces llegó su patricio tutor
y la separó de mí
para encerrarla en un sepulcro
en el reino junto al mar turquí.

Los ángeles, infelices en el cielo ulterior;
nos envidiaban a ella y a mí,
y fue por eso (como saben todos
en el reino junto al mar turquí)
que de esa nube nocturna un viento sopló
hasta helar a mi Annabel Lee.

Pero era tanto más fuerte nuestro joven amor
que el de toda la gente de allí,
que el de gente mayor y más sabia, ¡oh, sí!
que ni los ángeles del cielo ulterior
ni los demonios bajo el mar turquí
podrán separar mi alma del alma
de la hermosa Annabel Lee.

Pues la luna, al brillar; me invita a soñar
en la hermosa Annabel Lee;
y al salir los luceros veo los ojos certeros
de la hermosa Annabel Lee;
y así paso, tendido a su lado, las noches,
velando a mi amada, mi amor; mi consorte,
en su sepulcro junto al mar turquí,
el mar que ruge por ella y por mí. 

Escuchamos al brillante Laiseca contándola: 
 https://www.youtube.com/watch?v=84Mof8pgH6Q
 

Literatura e hipnotismo.



-Estaba acostado en la camilla del hospital, rodeado de médicos y  parientes, diciéndome que todo iba a estar bien y que me curaría pronto. Tenía mucho frio. Ya no sentía los pies ni las manos. Veo a mi madre que se acerca y pide ayuda a una enfermera para que me suban el respaldo de la camilla así podría sentarme. Luego viene mi padre y los dos se sientan al lado mío.
Estaban a punto de decirme algo, cuando se escucha que alguien golpea la puerta de la habitación. Mi madre se levanta y va a abrirla. Por esta, entra un señor bastante raro, ya que estaba vestido completamente de negro, con un collar blanco con un reloj en la punta. Mi padre se levanta y va  a recibir al extraño recién llegado. Luego de saludarlo, me mira y me señala, mencionando algo. Los tres  se apartan a un rincón para hablar en privado. Luego de unos 15 minutos, en los cuales solamente me concentre a mirar el suelo, ya que el dolor y el frio me impedían hacer otra cosa, mi madre se acerca y me da un abrazo, mirándome con cara de que no me preocupe. Luego se va y se acerca al extraño sujeto. Le asiente con la cabeza y  se acerca a mi padre. Los dos se abrazan y me miran.
Yo no entendía nada. El peculiar señor se acerca y se sienta al lado mío. Se saca su raro collar, le hace unos ajustes y se lo cuelga de la mano, apuntando hacia mí. Lo empieza a agitar suavemente de izquierda a derecha. A medida que lo iba haciendo, en mí, aparecía una extraña sensación. Como si me estuviese elevando, pero aún, seguía en la camilla. De repente,  detiene el reloj, y me mira. Le hace otros ajustes y luego lo empieza a mover en círculos. El frio y el dolor se me van de repente y empiezo a sentir algo agradable y cálido que me rodea. Esa sensación se me va de golpe, cuando para de mover el reloj. No recuerdo muy bien lo que paso, pero de un segundo a otro, estaba a un metro del techo, como si estuviese flotando. Me doy vuelta y veo a un chico con pelo marrón claro, con unos enormes ojos verdes muy abiertos, con un hombre sentado a su lado. Era yo. Flotando, volando, no sé cómo, me acerco al chico. Extiendo un brazo para tocarlo. Inmediatamente, el cuerpo empezó a moverse de una manera muy extraña, como si se estuviese retorciendo para todos lados. Los ojos se abrían y cerraban de par en par rápidamente, y su color pálido, se volvió más claro todavía. De la boca salía un extraño líquido blanco. Ese horrible y espantoso momento, duro unos 10 segundos, cuando el señor que tenía el reloj, lo detuvo de golpe. El chico se quedó quieto y de a poco, se le fue yendo ese pálido tono de piel, de la boca no le salía más esa extraña sustancia, y sus ojos se fueron abriendo de a poco.
De nuevo, de un segundo a otro, estaba en la camilla. Con un hombre vestido de negro, con un extraño reloj al lado mío. Me siento y veo a mis padres sonriéndome. El señor del reloj se acerca a ellos y les dice que todo salió muy bien y que estaría mejor en un par de horas.-
-¿No recuerdas nada más?
-Luego de eso no, nada más, perdóneme señor policía.
-Está todo bien, no pasa nada. Con esta información ya es suficiente para reportar el caso de hipnotismo. 

Martu Bosco.