Unos
años atrás, me echaron de mis tierras en Sudan. Me fui en barco, pero
lamentablemente mi barco se hundió, toda mi familia murió ahogada o de frio.
Yo, el único sobreviviente, fui nadando hacia algún lugar, solo tenia una
naranja para alimentarme, la cual fue mi alimento por tres días.
Llegue
a una pequeña Isla y lo primero que hice fue dormir, dormí 22 horas, ya que yo
no dormí esos 3 días.
Al
despertarme vi unas grandes construcciones, se trataba de la Isla Suakín, las
ruinas parecían las de la Antigua Grecia, ni yo podía creer que ese era mi
país, parecía otro mundo, algo mágico.
Éramos
las construcciones y yo, y un naranjo, que todos los días al comer me hacían
acordar a mi familia, pensar que ya no la tenia cerca me desvanecía cada vez
mas, a veces tenia alucinaciones, pensaba que venia mi barco con ellxs, pero
no.
Pasaron
los días, semanas, meses, años… Y nada, me encontraba en soledad, comiendo
naranjas, vestido con ramas y hojas, pasando frio los inviernos, me mojaba los
días de lluvia, y ya no tenia esperanzas de nada.
Hoy
estoy hablando desde mi conciencia, porque ya no tengo fuerzas, en un rato
estaré con ellos, o quizá no. Solo se que este sera mi ultimo rato con vida,
porque yo me estoy desvaneciendo, por frio, por tristeza, por soledad y por la
maldita guerra.
Solo
quiero, que quien vaya a la Isla Suakín, recuerde que esas naranjas, fueron
quienes me ayudaron, porque a pesar de que estuve en soledad, ellas me
ayudaron.
Bluxed Apkarian
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