Crónicas literarias: contar desde el sentir.

   Mentira

Todo empezó con una mentira.                                  

Una neurona despertó por un cosquilleo irritante, y ni bien lo hizo respondió a él enviando energía, la cual, rápida como un rayo, se lanzó a la célula más cercana. Esta recibió el molesto mensaje y multiplico las ondas, quienes cumplían la orden una y otra vez; cada neurona que obtenía la noticia, que la atrapaba y abría, sonreía (de alguna forma) y volvía a trasmitir, mientras repetía por lo bajo como si fuera un secreto: “mentira, mentira”. En pocas milésimas todo el cerebro jugaba a la pelota con la novedad, la cual se fue escurriendo entre el tejido y bajo en picada por la columna vertebral. Ya publicada en el diario del sistema nervioso la mentira llego a la boca (su objetivo), su propio susurro despertó al paladar, estremeció a la lengua e inquieto al esófago. Mentira, susurraron los labios, mentira, gritaron los pulmones, ¡mentira! se escurrió por la voz.

-En serio sofí, te lo juro lo dijo la seño.

-Claro, porque toda maestra en su sano juicio va a permitir a sus alumnos de 1° grado hacer la cuenta de 5+5 con la calculadora. ¡No me mientas!                                             

-¡Mentira!

Sofía Merani