sábado, 13 de junio de 2015

Literatura y naturaleza



Miro el vacío frente a mis ojos, que se extiende sin fin aparente. Me pregunto ¿Qué pasaría si salto? ¿Qué pasaría si acabara con todo esto? ¿Qué pasaría si…?
Tomo carrera y salto. Siento el viento chocar contra mi cara, despeinándome.
Extiendo los brazos y cierro los ojos. Siento un cosquilleo en la punta de mis dedos, que va subiendo por mis manos.
La pollera que hace poco se ceñía a mi cintura, se abre a causa del viento. Voy cayendo, pero a la vez, siento que me elevo.
Abro los ojos, pero no veo absolutamente nada. Mis brazos se sienten más ligeros, mi cara se siente diferente. Vuelvo a cerrarlos.
Un fuego nace en mi interior, siento como va desplazándose por todo mi cuerpo.
El viento se hace cada vez más fuerte y me despoja de toda preocupación, ya nada importa, estoy cayendo.
Mis piernas se encogen, mi corazón aletea, enjaulado en mi pecho. Tengo un montón de espacio, pero siento como si me asfixiara.
Abro la boca y respiro hondo, el aire se siente más pesado. Mi cuerpo no pesa nada, mis ojos se achican y me embarga el júbilo. Grito, pero sueno diferente. De repente, lo comprendo.
Mis brazos, cubiertos de plumas anaranjadas, se mueven al compás de la brisa. Me elevo, mis piernas se juntan con mi pecho y mi majestuosa cola de color rojo fuego se alinea con mi cuerpo. Tomo impulso y a centímetros de tocar el fin… vuelo.
Subo, ya no tengo miedo, mi plumaje se agita por el viento, que deposita sus secretos en él. Estiro el cuello, miro las nubes… no. No son mi destino.
Las rozo antes de volver a caer en picada, todo mi cuerpo pide a gritos que me detenga, pero está equivocado.
Diviso mi final. Susurro mis últimos deseos.
Es el fin.
Es mi fin.
Pero no estoy preocupada, porque sé que renaceré de mis cenizas.

Melanie Suffiotti.

1 comentario:

  1. Sé que renacerás de tus cenizas... y seguirás contando historias hasta el fin de los tiempos... :)

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